Un viaje a Vietnam

Este post debería ser otra cosa. Mi amiga Caro se va a Vietnam dos semanas. El plan, desde hace unos meses, es que ella se adhiriera al blog y posteara de vez en cuando, iba a empezar hace meses... Lo pospuso... Iba a empezar ahora con el viaje a Vietnam... Y ahora resulta que se monta un blog ella para postear solita. Una opción era quitarle el saludo, más que justificado, por otra parte, pero como soy muy buena y generosa, en lugar de eso os recomiendo seguir su blog, porque creo que merece la pena. No sé si lo actualizará demasiado, pero lo recomiendo por si las moscas... Es este y antes, os la describo. No sé si estará de acuerdo, pero como es mi blog, escribo lo que quiero. Mi pequeña venganza, ala!.

Caro es una locuela de taitantos años, estudió derecho económico y hasta hace poco trabajó como asesora de I+D. Con la maravillosa crisis que estamos viviendo se quedó en paro, y en vez de deprimirse como el común de los mortales se lió la manta a la cabeza, y un mes después Ya tenía un viaje de los gordos montados.

Con dos enanos en casa, la mayor compi de clase de mi mayor, deja a su marido con la prole, y se larga a Vietnam. El marido es un santo varón, me lo negareis!!!!. La excusa es que su hermanito, otro que tal, se fue a dar la vuelta al mundo a principios de enero, debe ser algo genético, y ahora mismo se encuentra por el sudeste asiático. Hablando el viernes pasado con él, lo notó algo bajito (excusa, of course) y decidió que se largaba para allá ya mismo. El mismo día se compró el billete de avión, y el lunes fue desesperada a la policía a renovar el pasaporte. Es lo que tiene hacer planes de última hora, que pasan estas cosas. El estrés lo pasamos todos con ella, cuando se encuentra con una cola del copón delante, y ahora no funciona la conexión con Madrid,ahora me dicen que espere, ahora me mandan para casa, ahora me dicen que vuelva corriendo... Y a todo esto, el lunes era el único día que tenía, ya que si se retrasaba un día más, no le daba tiempo a sacarse el visado para el jueves, día de la partida.

Al final, como tiene una potra que no la cree ni ella, consiguió pasaporte y visado, por supuesto, y ahora debe estar haciendo la maleta a marchas forzadas. (y perdiendo el tiempo creando un blog, nena, hazlo luego, coño, que no te da tiempo a tó!).

En breve nos empezará a comentar sus historias por Vietnam, lo cual puede ser la mar de entretenido, porque la verdad, conociéndola, no se yo como sobrevivirá. A ver, os cuento, no es que sea tiquismiquis, es que es lerda perdida para el campo!!!!. Es urbanita y finolis. No comparte vaso, ni tenedor, ni plato con nadie, nunca ha cambiado un pañal con cacas (y tiene dos hijos, Santo varón, lo dicho), se desmaya si ve sangre. Una vez, en un cumple infantil en el que no estaba ella (no le gusta socializar con mamás, salvo conmigo y cuatro más, que semos guays), su hija tuvo un choque en la piscina de bolas, la llamamos, y casi se desmaya por teléfono!!!. En serio, tuvo que pasarle el teléfono a su Santo, que ella no daba para más. No os parece que una persona así va a ser la mar de divertida en Vietnam? Lo siento por su hermano, no sabe lo que se le viene encima!. Espero que la lleve a hoteles buenos, que se gaste un pastón en comida, porque como que no la veo comiendo en puestos callejeros... En fin, que Dios le da pan al que no tiene dientes!. A ver si se porta y cuenta su día a día en un país en el que lo que realmente mola es meterse en harina, y dejar nuestra parte occidental de lado.

Se nota que destilo envidia? Pues si, y de la mala. Pues nada, nena, que usted lo disfrute, y lo sufra a partes iguales. Te seguiremos con intensidad!